¿Dónde nace el término “Neurodivergente” y qué significa?

Allá en 2010 en los tiempos de Blogspot, una MUJER Autista (Kassiane Asasumasu) harta de que el mundo la viera a ella y al resto de Autistas como “personas con una enfermedad” que debe ser tratada/curada propuso el término: Neurodivergente.

¿Qué significa Neurodivergente/Neurodiverso?

Simplemente significa que “diverge” (o es distinto) de la Neurotipia (el común de las personas).

Si estás leyendo esto en español, es muy probable que esto te suene muy familiar:

¿Te imaginas que las personas a tu alrededor digan que tú estás enferma solo por el simple hecho de tener la piel morena?

Bueno, eso se siente ser Autista. Solo por ser Autista la gente inmediatamente asume (y habla de ti) como si tuvieras una ENFERMEDAD. Todo alrededor del Autismo está visto desde la patología y se describe como ENFERMEDAD o CONDICIÓN.

¿Por qué nace el término Neurodivergente/Neurodiverso y quién los usa?

Kassiane Asasumasu es la primera en proponer que el Autismo debe verse como parte de la biología natural humana. Que así como existen personas güeras, blancas, morenas, etc.; existen personas con Neurologías distintas.

De hecho, cualquier neurólogo te lo podrá decir, cada cerebro humano está formado de manera única. Así como ninguna huella dactilar es igual a la de otro ser humano, pasa lo mismo en el cerebro. Si bien todos los elementos (lóbulos, neuronas, etc) son iguales, existen diferencias entre cómo se comunican entre sí y cómo forman los patrones.

Dentro de estos patrones y estructuras neurológicas existen diferentes clasificaciones que se hacen para poder entenderlas mejor y, porque de manera natural, a los humanos les gusta clasificar cosas.

De ahí se obtiene lo “neurotípico” o sea, cerebros cuyas características compartidas se consideran como “lo normal” y, desde ese punto de vista de “lo normal” se clasifican todos los demás cerebros que varían de forma “más radical” o comparten menos características que “el cerebro típico”.

Es como decir que lo normal es ser de tez blanca y cabello claro. Y, a partir de ahí, se crean las demás clasificaciones humanas por sus rasgos físicos.

Toda persona no “neurotípica” entonces es “neurodivergente”.

Por ende, el Autismo es tan normal como tener los ojos cafés o la piel morena. Hoy se considera una discapacidad y al analizarse más a fondo lo que lo vuelve una discapacidad es la falta de ACEPTACIÓN y ADECUACIONES en el mundo para personas Autistas.

Existen muchos problemas que la gente no ha querido/sabido ver.

¿Qué es ser Autista y dónde inicia el Autismo?

La información REAL sobre Autismo está muy “enterrada” en la basura y desinformación actual. Además de que está tintada por un sesgo Patriarcal y Clasista. (¿Qué quéééééé? Sí, como leíste).

Allá por los años 30’s (hace casi 100 años) un grupo de científicos alemanes (esos del señor del bigotito) se puso a experimentar con niños (con “o” o sea, no niñas) para ver cuáles eran los “más normales” y cuáles “no eran útiles para la sociedad”. A los que no eran normales se les determinó Autistas y, de esos “no normales” a los que aunque no fueran normales eran “relativamente útiles para la sociedad” el científico principal los bautizó con su nombre: Asperger.

Desde que “nace” al término Autista, se basa principalmente en las características encontradas en ESOS niños Europeos. Entonces, toda persona que no fuera “niño europeo” no fue considerada durante la clasificación del Autismo y, por ende, vivió su vida sin ser identificada como tal.

HOY sigue pasando, la mayoría de los profesionales de la salud y personas que por su trabajo están en contacto con infancias, lo poco que saben del Autismo es aquello que “descubrieron” en la Segunda Guerra Mundial.

¿Por qué hay tantas mujeres y personas en general que no diagnostican como Autistas

Hay muchas mujeres que viven toda la vida y mueren sin haberse enterado que son Autistas, solo sintieron toda su vida que eran diferentes y que tenían dificultades para realizar acciones que a la “gente normal” le era muy fácil, o viceversa, podían realizar acciones con facilidad mientras que al resto se les hacía difícil hacerlo.

Y así es como Kassiane Asasumasu, harta de que se considere el Autismo y las personas Autistas, llega al término: Neurodivergencia/Neurodivergente.

Esto, de forma muy veloz gracias al internet, toma gran popularidad entre la comunidad Autista y el resto de neurodivergencias que sufren el mismo trato.

Como en todo, hasta para la palabra mujer, no falta el grupo que se roba el término y lo usa para otro fines o justificar abusos. El que haya grupos que hacen esto (o personas QUE NO SON AUTISTAS que se auto-proclaman Autistas para justificar ser groseros) no significa que el término sea malo o deba descalificarse.

Si tú eres Autista o TOC o TDAH, etc., y usas el término “Neurodivergente” y alguien te critica o te sale con que es una “etiqueta patriarcal opresora” o “si eres feminista no puedes usarlo” porque otros grupos (anti-feministas) lo usan, mándales a informarse mejor.

¿Pero por qué esa necesidad de ponerse etiquetas?

Las etiquetas existen hoy en día, han existido antes y, seguramente, existirán en un futuro. La necesidad de clasificar y etiquetar es parte de la misma condición humana.

Para algunas personas las etiquetas son lo peor que le puede pasar a alguien y para otra persona es algo que le salvó la vida.

Después de 38 años de escuchar etiquetas negativas (o ponérmelas yo) como: rara, exagerada, hipersensible, dramática, remilgosa, etc… TODAS esas etiquetas NEGATIVAS cambiaron por una positiva: AUTISTA.

Hablemos de preferencias sexuales: las lesbianas. Existen muchísimas palabras (la gran mayoría muy negativas) para referirse a mujeres que prefieren tener relaciones sexo-afectivas con otras mujeres. Han sido y serán llamadas de mil maneras distintas; pero, la mayoría de ellas prefieren “lesbianas”. Así que es el término que usamos para hablar de esa orientación sexual.

En fin, todo esto es para explicar que si bien hay etiquetas que pueden usarse mal o ser negativas para algunos; esas mismas etiquetas, bien usadas, pueden salvar la vida de otras personas. Existen personas Autistas que no les gusta ni el término “Autista” ni mucho menos “Neurodivergente” y también está bien, es decisión de cada AUTISTA, saber si lo usa o no. Las personas Alistas (no-Autistas) en este parte les toca aprender y usar el término que la mayoría prefiere, excepto que una persona Autista les diga directamente “cuando hables DE MÍ no te refieras así”.

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